No acaban ahí las curiosidades: como es sabido, en la MLS juegan equipos estadounidenses mayoritariamente, pero también canadienses. Este canadiense nacionalizado inglés dejó el Chelsea con 23 años para probar en la Serie A y se ha adaptado a las mil maravillas tras una primera experiencia como cedido que no fue como se esperaba. Si el club rossonero ha ganado el Scudetto once años después es gracias a su portero y su defesa, que se han mostrado infranqueables.