A los jugadores del club se les conoce como Leones, un nombre que viene de la historia de San Mamés, el santo que da nombre al estadio del equipo. «La tarde del pasado año en que el Racing se enfrentaba al todopoderoso Real Madrid de las estrellas del balompié, Manza, el popular psicólogo del Racing introdujo una cinta en el casette del autobús que les llevaba desde el hotel al estadio.