La victoria de Osasuna frente a la Real Sociedad y la derrota por 4-2 del Real Oviedo consumaba el descenso de categoría. El Real Oviedo dependía de sí mismo para seguir en puestos fuera del peligro, que no había tocado en las 37 jornadas anteriores. Sabían que era posible solo con el aporte y esfuerzo de todos los socios de Independiente. Se enfrentaba al R. C. D. Mallorca que tenía asegurado el tercer puesto, y muy lejos del subcampeonato, que logró el R. C. Deportivo de La Coruña.