El nipón ha superado las mejores expectativas y los 6 millones de euros que la Real Sociedad pagó al Real Madrid se consideran ya una ganga. Podría habérselo quedado para reforzar a una plantilla en la que, según el club, no habrá más fichajes. Si bien logró el objetivo tras una desgastante lucha, Rapinoe sabe que lo que ella generó todavía no se replicó en otros países, ni siquiera en FIFA, que paga premios ampliamente inferiores en los Mundiales de la rama femenina.